Abbey road, Nothing Hill, Hyde Park, Harrods y Chinatown.

Nuestro cuarto día en Londres fue de lo más peculiar... y se debió a la desorganización! 
Suelo ser la típica persona que cuando va a un sitio parece que ha estado ya allí, porque disfruto antes, durante y después del viaje, pero este día reconozco que no lo había planeado y para más inri se me olvidó la guía en el apartamento!!
Lo único que teníamos pensado era que queríamos ir a Abbey Road, la mítica calle donde se encuentran los estudios de los Beatles y donde sacaron la fotografía que fue portada de su último disco.

Cogimos el metro y nos bajamos en St. John's Wood, no tiene pérdida, bajamos tres calles por Grove End Road hasta llegar al famosísimo paso de cebra.



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Pensábamos que hacer la foto sería coser y cantar, pero nada de eso... y eso que llevábamos ventaja porque llevábamos un fotógrafo profesional! Pero Abbey Road resulta que es una calle con bastante tráfico y hasta que tuvimos un hueco para hacer la foto de una manera digna, tuvimos que esperar un rato, eso sí, quedó chulísima! o al menos a mí me encanta!

Cual fue nuestra sorpresa, cuando nos acercamos al edificio en cuestión y vimos una señal donde indicaban que tenían una webcam apuntando las 24 horas del día al paso de cebra! Con lo que nos había costado sacar las fotos y las risas que echamos, hubiera sido genial haber visto el "making off" en su web! pero resulta que sólo almacenan las imágenes de las últimas 24 horas, así que si queréis veros, tendréis que hacerlo el mismo día!

De allí decidimos que podíamos acercarnos a Nothing Hill para ver el mercado de Portobello, aunque no era el día grande.
Pues bien, no sé si porque era pronto o qué, pero a mi Nothing Hill no me pareció para tanto, estaba bien, pero quizás no supimos ir donde debíamos. Nos gustó tanto que no puedo dejaros ni una foto para mostrároslo, sorry!

De allí fuimos a Hyde Park, nos bajamos en la parada de metro "Hyde Park Corner" y nos adentramos en el famoso parque donde por casualidad nos encontramos una feria navideña.

Bordeamos el lago "The Serpertine" y cruzamos el puente con el mismo nombre hasta salir a Exhibition Road donde se sitúan varias embajadas y escuelas de negocios.
Dejamos atrás el museo de ciencias y el de historia natural para centrarnos en encontrar un sitio para comer. 

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Dimos con el restaurante tailandés "Thai Square" donde pudimos deleitarnos con un económico y sabroso menú.
Se componía de una sopa en la que nadaban champiñones. Yo que no soy muy amiga de ellos, en principio me decepcioné un poco, pero la probé y estaba muy buena, no sé a qué sabia, sólo que era picante y estaba ardiendo y con el frío que tenía quizás sea una de las sopas que nunca olvidaré en mi vida!
El resto del menú se presentaba en una bandeja típica tailandesa, dividida en varias secciones. De entrantes teníamos un rollito de primavera y una especie de nugget, en el medio una especie de salsa agridulce con un ligero picorcillo que enganchaba. Por otro lado teníamos arroz basmaty, por otro verduras al vapor y por otro pollo en salsa.
Todo estaba muy bueno...

Como una de las componentes del grupo tiene un estómago un poco sensible, prefirió pedir un plato de la carta que no tenía picante.

Preferimos no pedir postres, porque antes de entrar habíamos fichado una crepería con buena pinta llamada "Café crémerie".

Todo estaba buenísimo pero la atención no fue muy correcta, el sitio un poco desangelado y encima fue bastante caro, así que no os lo recomiendo.

De allí subimos por Brompton Road hasta los famosísimos grandes almacenes Harrods que estaban totalmente abarrotados.
Son bastante espectaculares, con su escalera egipcia y sus artículos exclusivos a precios desorbitados.
A mi la parte que más me llamó la atención es la especie de mercado que tienen en la planta baja donde se puede comer, pero tenía una pinta de ser bastante caro, así que mejor ni preguntar.

Escalera Egipcia de Harrods

Agotados de tanto andar apostamos por ir a la zona de Leicester Square, ya que nos dimos cuenta de que siempre había ambientillo.
Tomamos unas cervezas por la zona  para acabar en ChinaTown buscando un chino para cenar, que como podréis deducir era una tarea bastante fácil.

Echando un vistazo a los restaurantes de las zona, finalmente nos decidimos por el restaurante "Golden Dragon".

Para abrir boca pedimos unos rollitos de primavera para compartir, que estaban bien.

Pensamos en pedir un plato por persona y triunfó sobremanera el pato a la naranja, a excepción de uno de los comensales que pidió noodles. También pedimos arroz basmaty para acompañar al pato a la naranja.
Acompañamos la comida con unas cervezas Tigger y unas copas de vino de la casa.

Noodles

Arroz basmaty

Pato a la naranja

Todo estuvo bueno, pero tuvimos sobredosis de pato a la naranja... desde luego no estuvimos acertados en la elección... además la ración de arroz era enorme y nos sobró casi la mitad... La cena ascendió a un total de 104 libras, lo que se nos antojó bastante caro para un restaurante chino que estaba bien, pero que tampoco destacaba especialmente.

Con esto me despido hasta el próximo post que será el último de la serie de posts sobre Londres, hasta pronto!