lunes, 20 de agosto de 2012

Plan de chicas en el Bistró del Guggenheim Bilbao

Quería compartir con vosotros (sobre todo con el sector femenino) el descubrimiento de una web en la que nos proponen diferentes planes para realizar con amigas. La web se llama Plan de Chicas y a través de una de sus promociones he podido compartir una velada inolvidable con un par de amigas.
La oferta se componía de una cena en el restaurante Bistró del Museo Guggenheim Bilbao y una copa en la terraza del restaurante por el módico precio de 25€ (sin IVA)
Nos pareció que la oferta tenía muy buena pinta, así que nos animamos y nos pusimos en contacto con las chicas de Plan de Chicas para que nos proporcionasen unos bonos para poder beneficiarnos de la oferta.

El restaurante tiene un emplazamiento singular, que acompañado por su cocina de vanguardia y el toque "chic" de su terraza hacen de él un sitio único.

Es recomendable realizar una reserva antes de acudir a este restaurante, sobre todo si vas en fiestas de Bilbao como fue nuestro caso.
La carta viene presentada en una tabla de madera y como podéis ver en la fotografía, en el caso de no haber ido con la oferta de Plan de Chicas la cena por persona habría ascendido a un total de 25.40€ + IVA, es decir, en nuestro caso, nos regalaron la copa de la terraza.

Después de barajar nuestras opciones nos decantamos por:
Entrantes:

  • Ensalada de anchoas marinadas.
  • Gazpacho de tomate y sandía.
  • Arroz cremoso de marisco.
Principales:

  • Merluza al horno.
  • Cordero asado.
Postres:

  • Espuma de mamía.
  • Torrija.
  • Manzana Fuji.
Todos los platos tenían una presentación muy cuidada, eran innovadores, sabrosos y contra todo pronóstico, la ración nos pareció generosa respecto a otros restaurantes que ofrecen este estilo de cocina.

La ensalada de anchoas marinadas se trataba de una cama de pisto sobre la que descansaban 3 boquerones, acompañado con un poco de lechuga.
Lo que más resaltaba eran las anchoas marinadas que tenían una pinta estupenda y su sabor no defraudaba en absoluto.
El gazpacho de tomate y sandía se presentaba en un plato hondo con un fondo de trozos de sandía y tartar de atún. Venía acompañado de una jarra pequeña en la que se encontraba el gazpacho el cual podías servir a tu gusto.
El contraste de sabores estaba muy bien, pero el gazpacho estuvo demasiado líquido para mi gusto, aún así el plato estaba rico.
El arroz cremoso marinado venía acompañado de un recipiente con espuma de alioli. Tenía muy buena pinta y no hicimos nada más que corroborarlo. La ración era generosa y el plato perfecto para acompañarlo con un pescado de segundo para no acabar demasiado lleno.
La merluza descansaba sobre una cama de berenjena y venía adornada con una salsa de aceituna negra. Riquísima según sus comensales, que quedaron encantadas con el plato.
En mi caso opté por el cordero asado, complemento perfecto con el gazpacho, aunque fui incapaz de acabarlo. Venía presentado de manera deshuesada y con forma de bloque de ladrillo, acompañado de un poco de puré de calabaza y un trazo de café.
El cordero presentado de esta manera ya lo había probado en otra ocasión y si alguna vez tenéis la oportunidad probadlo, porque no defrauda.

En cuanto a los postres, la espuma de mamía fue el postre que nos pareció más flojo de los tres. Venía acompañado de un chupito de jugo de manzana y aunque la combinación tenía buena pinta a priori, el resto de postres nos dieron mejor resultado.
La tradicional torrija venía presentada de una manera más vanguardista y tanto el aspecto, como el sabor eran excelentes. Venía acompañada de una bola de helado de queso riquísima.
En mi caso opté por la manzana Fuji que venía empapada en jugo de regaliz y acompañada con trocitos de bizcocho y el mismo helado de queso que llevaba la torrija. Un postre fresco y vistoso, cuya combinación de sabores me pareció excepcional.

La cena la regamos con agua y un tempranillo Palaciego de D.O. Rioja el cual fue correcto.
Finalizamos la velada en la terraza del restaurante tomando una generosa copa con vistas a la torre Iberdrola y la Universidad de Deusto, además tuvimos la suerte de que el grupo valenciano "Revolver" nos amenizó la velada, debido a que tocaban justo debajo, en la explanada de Abandoibarra.

Una velada inolvidable para compartir con amigas en plenas fiestas de Bilbao, aunque el restaurante me parece estupendo para una cena romántica en pareja o para compartir un buen rato con los amigos. En definitiva, el restaurante Bistró del Museo Guggenheim Bilbao, no nos defraudó.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Restaurante japonés "Sakura" en Santander

A principio de mes se ha celebrado en la capital cántabra el Santander Music Festival 2012. Este año el cartel era muy interesante presentando grupos como Love of Lesbian (el grupo cuya canción inspira el nombre de este blog), Vestusta Morla, Lory Meyers o Sidonie entre otros.
Así que nos decidimos a ir a pasar el fin de semana a Santander y uno de los días elegimos el restaurante "Sakura" para comer.
No teníamos ninguna referencia de este restaurante pero por fuera nos pareció que podía ser un sitio chulo y nos animó a entrar su menú del día expuesto en la entrada por un módico precio de 9,95 (no incluye bebida)


En primer lugar me gustaría destacar lo bien que nos atendieron en todo momento. Fueron muy amables y nos atendieron perfectamente, explicando cada plato con todo lujo de detalles. 

La decoración del local era de estilo minimalista japonesa. Un sitio muy bonito con grandes cristaleras desde las que se puede ver un poco del paseo Pereda y el mar al fondo.

Pero pasemos a hablar de la comida. Entre todos probamos los dos primeros, aunque la sopa de miso no llegué a probarla, pero según su comensal estaba muy bien.
Sopa de Miso
En mi caso opté por la ensalada de algas y pepino, que estuvo sensacional! Muy rica... mucho mejor de lo que me esperaba, estando la clave en el aliño.
Ensalada de algas y pepino
Los minirrollos (2 por persona) venían acompañados de una hoja de lechuga y una salsa agridulce. El modus operandi, para el que no lo sepa, es enrrollar la hoja de lechuga alrededor del mini rollito e introducirlo en el cuenco de salsa y de ahí directo al paladar.
Los rollitos se notaba que eran caseros y estaban exquisitos, nos gustaron un montón.
Minirollitos
De ahí pasamos a los segundos, de los que probamos el Pollo Tepantaki con salsa japonesa y las verduras salteadas con salsa de soja.
El pollo Teppantaki no lo probé, pero las sensaciones de mis compañeros de mesa no fueron demasiado ilusionantes. Comentaron que estaba correcto, pero sin más...
En mi caso opté por las verduras salteadas en salsa de soja. A principio me asustó todo el "caldo" que llevaba el plato. Se presentaba para comer con cuchara, era como una especie de sopa compuesta por diferentes verduras, cuando lo que yo me esperaba eran verduras salteadas, con una ligera salsa de soja.
Aún así el plato estaba rico, aunque quizás pecaba de monótono, lo cual se acentuaba porque la ración era bastante generosa, sobre todo comparando con la ración de pollo.
Verduras salteadas con salsa de soja

Pollo Teppantaki con salsa japonesa
Finalizamos la comida con un par de bolas de helado por persona.
Al final entre la bebida (una botella de agua de Solares) y el IVA el monto ascendió a 12€/pers. Nos pareció una muy buena elección calidad-precio y al día siguiente estuvimos  pensando en repetir, pero al final nos decidimos por probar en otro local.
Sin conocer el resto de restaurantes japoneses de la zona, el restaurante "Sakura" me parece una buena elección para comer comida japonesa en la capital cántabra.
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