miércoles, 22 de noviembre de 2017

Día 11: Pisac, Ollantaytambo y tren a Aguas Calientes.

Nuestro segundo día visitando el Valle Sagrado tenía como primer destino el pueblo de Pisac y sus ruinas.
Ese día abandonamos el hotel de Cuzco, aunque dejamos allí las mochilas y continuamos el viaje con unas más pequeñas, ya que después de visitar Pisac, nos dirigiríamos a Ollantaytambo, donde acabaríamos cogiendo el tren que nos llevaría a Aguas Calientes, o lo que es lo mismo, la ciudad de Machu Picchu.

Tras las indicaciones que nos dieron en el hotel, nos dirigimos hacia la calle Puputi, lugar en el que salen colectivos hacia Pisac.

Una vez allí nos juntamos con 3 parejas catalanas que iban en nuestra misma dirección, así que nos hicimos una piña y nos montamos en un colectivo, llenándolo al completo.
Tras una amena charla, en la que nos contaron que venían de Bolivia y que allí la altura sí que le pegaba fuerte, llegamos a Pisac.
Nos bajamos del colectivo y encontramos una legión de taxistas esperándonos con los brazos abiertos.
No recuerdo el importe exacto del taxi, pero allí los taxistas estaban organizados y todos pedían el mismo importe, así que poco había que regatear.
Nos despedimos de los catalanes y nos montamos en el primer taxi que encontramos disponible, que nos acercó hasta las ruinas de Pisac.

Una vez allí y bajo un sol de justicia, comenzamos el recorrido.
Lo más aconsejable es acceder a las ruinas e ir descendiendo por la ladera y acordar con el taxista que os haya acercado a las ruinas que os recoja en la parte baja de las mismas.



Después de visitar las ruinas, retornamos al pueblo de Pisac, donde cogimos un colectivo que nos acercó hasta Ollantaytambo.

Una vez allí, comimos algo e hicimos una visita rápida por el pueblo, mientras hacíamos tiempo para coger el tren que nos llevaría a Aguas Calientes.


La compañía de tren que opera el trayecto de Ollantaytambo a Aguas Calientes se llama PeruRail y aunque nosotros compramos los tickets en su oficina de Cuzco, también se pueden comprar en su página web.
Mención especial a lo carísimos que son estos billetes de tren, que para un trayecto no demasiado largo, los precios de los billetes pueden oscilar entre los 170$ y los 200$ ida y vuelta. Al menos incluía una pequeña merienda y unas vistas espectaculares.



Al final acabamos llegando a Aguas Calientes, donde nos encaminamos al hostal El Tambo, donde habíamos reservado una habitación el día anterior.
El sitio no tenía muchos lujos, pero estaba limpio y céntrico, tampoco hacía falta mucho más.

Aguas calientes, o MachuPicchu pueblo, es un sitio con encanto aunque obviamente bastante turístico y esto se nota en los restaurantes de la zona. Esta vez nos decantamos por un italiano llamado "Incontri del pueblo viejo", donde terminamos de una manera deliciosa tan agotadora jornada, pensando en el día tan maravilloso que estaba por venir.




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