domingo, 22 de diciembre de 2013

Día 3. Shibuya - Parque Yoyogi - Gobierno Metropolitano - Akihabara

Comenzamos el tercer día de aventura nipona dirigiéndonos al barrio de Shibuya donde se encuentra el que dicen que es el paso de cebra más abarrotado del mundo.
La gracia de esta visita es ir en una hora de mucho tránsito y observar la marejada de personas que van de un lado para otro.
En nuestro caso no vimos tanta gente pero no dudamos en inmortalizar el momento.

Alado del cruce se encuentra la estatua homenaje al perro Hachiko. Hachiko se ha convertido en toda una institución en Japón. Os hago un resumen, pero os recomiendo que leáis la historia completa aquí.
Parece ser que Hachiko acompañaba todos los días a su dueño al trabajo y le esperaba en el cruce de Shibuya para volver a casa. Hasta que un día el dueño murió y el perro se quedó esperándolo en el mismo cruce durante 9 años! Se ha hecho incluso una película sobre ello.



Nos quedamos un rato por la zona observando a la gente. 
Una de las peculiaridades que vimos constantemente durante el viaje: una chica arregladísima y con una mascarilla en la boca. 
Es impresionante el respeto que tienen hacia los demás porque estas mascarillas más que utilizarse para no contagiarse ellos mismos, se usan para no contagiar a los demás.

Otra estampa común en Japón es ver paseando por las calles a colegiales vestidos con sus uniformes característicos, que a nosotros nos llaman mucho la atención por parecerse muchísimo al que lleva Sailor Moon.

De allí nos encaminamos hacia una tienda que recomendaba la Lonely Planet llamada Oriental Bazaar, os dejo la ubicación porque es una tienda muy interesante para comprar recuerdos de Japón a buen precio y que se alejan de los souvenirs que pueden tener un corte más cutre. En esta tienda tienen de todo. Yo me enamoré de las muñecas japonesas ¡super chulas!


Ver mapa más grande

De allí nos encaminamos hacia el Parque Yoyogi.
Este parque es un gran pulmón verde dentro de la ciudad de Tokyo, que como peculiaridad, albergará para los Juegos Olímpicos de 2016 el recinto de voleyball.
Nosotros accedimos al parque por la puerta de Harajuku, es la entrada que está a la derecha del gimnasio nacional.
Vista aérea del gimnasio naccional, construido por Kenzo Tange para las olimpiadas de 1964.
Nada más entrar nos encontramos con un conjunto armonioso de barriles de sake. El sake es la bebida nacional por excelencia, cito textualmente: <El sake es el vino de arroz, creado a partir de la fermentación del arroz, proceso en el cual el moho koji kin transforma el almidón de dicho cereal en un preciado alcohol.>

Estos barriles nos los encontramos camino del templo sintoísta Meiji Jingu, el cual queríamos visitar. 
Por el camino pudimos disfrutar de la naturaleza de este maravilloso parque.

A la entrada del templo, como en todos los templos sintoístas nos encontraremos una fuente con una especie de cazos de madera, donde los creyentes se purifican tanto lavándose las manos como enjuagándose la boca con este agua.
Fuente de purificación del templo, justo a la entrada.
Perspectiva delantera del templo
Tuvimos la suerte de encontrarnos con una boda sintoísta y observarla durante un rato. Vimos las diferencias de estas bodas con las cristianas a las que estamos acostumbrados. Bastante notable el ritual donde todos los invitados desfilan detrás de los novios, ataviados con las ropas típicas (aunque llama la atención que algunas invitadas vayan vestidas con ropas más occidentales). Una de las cosas que más llama la atención es la especie de sombrero que lleva la novia.



Otra de las cosas peculiares que vimos durante las visitas a los templos, fue que tanto en la religión budista como en la sintoísta, las religiones mayoritarias en Japón, les encanta "jugarse su destino", me explico... tienen una especie de rituales o juegos de predicción del futuro, los hay de diferentes tipos, este es uno de ellos:

Desde el templo nos dirigimos a abandonar el parque dirección al Gobierno Metropolitano, donde nos habían comentado que había un mirador gratuito donde se tiene una bonita panorámica de la ciudad y se dice que en los días muy despajados se puede llegar a ver el monte Fuji (que no fue el caso)

El hambre empezaba a apretar así que nos dirigimos hacia Shinjuku donde seleccionamos uno de los restaurantes que nos dio al ojo, tanto por la pinta como por el precio.
Además, era uno de esos restaurantes que nos habían contado que elegías el menú en una máquina y después entregabas el ticket y te sacaban la comida, lo cual nos pareció perfecto para salvar los problemas del idioma.

El sitio era bastante particular, ya que estaba dispuesto para comer de manera casi individual, contra una especie de tableros que hacían de pared:

Como podéis ver hay un montón de salsas para acompañar sobre las mesas, igual que jarras de agua con hielo, muy típico en Japón y lo que hace que el costo de muchas comidas disminuya.
A continuación os dejo las fotos de una serie de platos de los cuales no me sé el nombre, pero que estaban todos buenísimos:

Semillas de sésamo para echar a la comida

Estos boll venían incluidos con todas las comidas, la sopa de miso es en Japón lo que el pan es en España.
Yo comí este plato que estaba impresionante. Venía acompañado con un huevo crudo que hay que echar al plato cuando está caliente y revolverlo, no queda como tortilla porque no está tan caliente y la mezcla es realmente buena.

Después de la aventura gastronómica del día nos dirigimos a Akihabara donde descubrimos cosas de todo tipo.
Nos adentramos entre sus calles y vimos la afición enfermiza de los adolescentes por los cromos de los grupos de música del momento. En lo alto de las aficiones enfermizas de estos adolescentes se encuentra el fanatismo por el grupo AKB48, un grupo formado por chicas, que no tiene un número de integrantes definidos y las integrantes no son siempre las mismas:

También vimos una numerosa cantidad de recintos de juego de Pachinko (las tragaperras japonesas) y experimentamos el entrar en uno de ellos y echar una partida. Fue bastante abrumador la verdad... 
La música está puesta a un volumen que te podrías quedar sordo y hay una nube de humo de tabaco indescriptible.
Le caímos en gracia a un chico que trabaja allí y nos explicó como pudo el funcionamiento: Por mil yenes compramos una cesta de bolas de Pachinko:
Nos sentó en una máquina en la que lo único que teníamos que hacer era girar una palanca y nos decía que la tuviéramos todo el rato en la misma posición, las bolas iban por la máquina cual máquina de pinball y si se metían en el agujero del medio esa bola te volvía a caer a la cesta y las resultantes las podías volver a canjear... no entendíamos donde estaba la ganancia, pero nos reímos un rato hasta que se acabaron los mil yenes de bolas.

Otra de las peculiaridades de esta zona, es que existen las famosas cafeterías con "maids" que son chicas disfrazadas de colegialas que te sirven café y te deben de tratar de una manera super empalagosa y freak. 
Queríamos entrar en alguno, pero nos pareció todo muy turbio, quizás me meto en terreno fangoso al decir esto, pero me daba la sensación de que era una red extraña de explotación de estas chavalitas y no fui la única que lo pensó... como nos dio esa impresión, no nos apeteció probar la experiencia.
Os dejo las fotos de algunas, que cuando se daban cuenta de que les estabas sacando una foto se ponían como fieras... Creo porque en los cafés te cobran por sacarte una foto con ellas.

Entramos en uno de los muchos centros comerciales que hay por la zona, en los que tienen artilugios la mar de raros y nos echamos unas risas con muchas cosas.
Dando una vuelta por la zona, vimos cosas como este grupo de colegiales la mar de peculiares:

Probamos el auténtico helado de té verde. En este punto el grupo estaba dividido, mientras que a los chicos les pirriaba, a las chicas casi nos horrorizaba, en mi opinión es como comerse un helado de espinacas congeladas y tiene poco que ver con el helado de té verde que puedas probar en España.

Calle principal de Akihabara de noche, con el edifico de Sega enfrente.
Yo, mimetizándome con el ambiente y haciendo el friki al máximo.
Estuvimos viendo tiendas donde hay una cantidad de gadgets modernos y sobre todo maquetas, figuritas y cosas relacionadas con el manga y el anime.
Y después de tanta saturación nos fuimos a tomar un bollo al Honey Toast Café donde pedimos un maxi bollo relleno para los seis que era el colmo del dulce:

De allí nos volvimos a Shibuya, ya que queríamos ver si había más animación que a la mañana en el famoso cruce y... sorpresa!! había liada una de impresión!!
En un principio no sabíamos que pasaba, había un despliegue policial totalmente impresionante, cámaras de televisión y gente por todos los lados. También muchos focos lo que nos hizo pensar que se iba a rodar una escena de alguna película y no estábamos dispuestos a perdérnoslo, de hecho estábamos en primera fila!
Resulta que nada de eso... me conecté a Twitter y busqué "Shibuya" y resulta que era trending toppic que la selección de fútbol Japonesa jugaba contra la selección Australiana y habían empatado el partido, lo que significaba la clasificación del equipo Nippon para el Mundial de Brasil 2014.
La alegría de los allí presentes era indescriptible.

Se oían gritos de "Nippon Nippon" por todos los lados y querían liarla.
Es como cuando aquí gana el Athletico de Madrid y todo el mundo la lía en Neptuno, lo propio con el Madrid y Cibeles...
Pero allí son tan educados, que no saben ni liarla!! La cadena policial era para impedir que los allí presentes invadieran las calles y cortaran el tráfico. Entonces lo que hacían los aficionados era esperar a que el muñequito del semáforo se pusiera verde para los peatones y asaltaban las calles, pero cuando el muñequito empezaba a parpadear se retiraban a todo correr. Así una y otra vez, una escena bastante graciosa la verdad...

Después de cansarnos de ver el ritual de los hinchas nippones, nos tomamos unas cervezas por la zona:

Acabamos el día recogiéndonos al hotel, no sin antes pasar por un Seven Eleven a comprar unos sandwitches para cenar en el hotel.
Los chicos en cambio optaron por un plato completo del estilo de los de la comida en un restaurante cercano al hotel.

Otro día intenso en Tokyo. Espero que os haya gustado y que sigáis atentos al blog para seguir leyendo nuestras experiencias en Japón. Hasta la próxima!
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