Este
fue uno de los días en los que nos pasamos de optimistas con la
planificación.
Inicialmente
la idea era Nara y Osaka, que ya es bastante, pero además vimos que
el templo Fushimi Inari estaba cerca de una de las estaciones de tren
y nos pillaba de camino, así que decidimos parar también a verlo.
La
verdad es que los días eran los que eran y de no haber ido este día
quizás no pudiéramos haber ido, así que ¡bien
hecho está!
De
todas maneras, si estáis planificando un viaje a Japón,
guardaría más tiempo para Osaka, me parece que la ciudad podía
dar mucho más de sí.
Pero
bueno, empecemos con el día...
Nos
levantamos bien prontito, desayunamos en el apartamento unos cuantos
dulces y bollitos que habíamos comprado el día anterior en un
supermercado cercano (os recomiendo que visitéis algún
supermercado, porque hay cosas increíblemente curiosas y
te entran ganas de probarlo todo).
Dejamos
el apartamento y pusimos rumbo a la estación de tren de Kyoto, que
más o menos la teníamos a 8 minutos andando.
Una
vez allí, cogimos la JR Nara Line que nos dejaría en Inari para
poder visitar el santuario sintoísta Fushimi
Inari.
A
este santuario, se le llama también "Los mil toris" ya que
lo más característico del lugar es que hay unos "túneles"
de toris rojos impresionantes.
El
sitio el muy chulo, no lleva demasiado tiempo verlo y diría que es
de parada obligada.
Una
vez visto, esperamos en la estación para coger la JR Nara Line hasta
Joyo y una vez allí hicimos transbordo con la JR Nara Rapid Line que
nos dejaría en Nara.
Nara
es uno de los destinos turísticos más importantes de Japón. Esto
se debe a que sus templos están reconocidos por la UNESCO como
Patrimonio de la Humanidad.
Nos
basamos en esta ruta de
la web "Muy lejano" para guiarnos en nuestra visita a Nara.
Aprovecho para volver a recomendaros sus podcast, un "must"
antes del viaje.
Lo
primero que nos encontramos fue el templo Kofukiji:
Otro
de los atractivos que tiene Nara, es que puedes ver ciervos sueltos
por la calle. Te venden hasta unas galletas para acercarlos y poder
sacarte una foto con ellos. Cuidadito ¡son un poco agobiantes!
La
siguiente parada fue el templo Todaiji:
Locales purificándose con
humo de incienso
|
Buda
gigante, también llamado "Daibatsu"
|
Después
de una visita de toda la mañana y tras subir una especie de montaña
que hay dentro del parque, decidimos hacer una parada técnica para
comer en el único sitio que había para comer en lo alto de la
montaña y que sospechosamente estaba vacío.
Pensábamos
que el motivo de que estuviera vacío era que era pronto,
pero la verdad es que fue de los peores sitios en los que
comimos en Japón, pese a que inicialmente el sitio tenía buena
pinta.
Los
udon parecía que bailaban en agua... si os encontráis este
sitio, acordaros de mi y seguid andando...
Terminamos
de ver el parque de Nara y cogimos un autobús que nos dejó en la
estación de Nara, nos liamos un poco con el bus y nos dejó más
lejos de lo deseado, pero con el dominio que tenemos del idioma, lo
que me sorprende es que no nos pasara más veces.
Sobre
las 15:00 estábamos cogiendo la JR Yamatoji Line con destino Osaka.
La
primera parada era el HEP FIVE Ferris Wheel, por fuera, porque no
teníamos mucho tiempo. La peculiaridad de este edificio es que tiene
una noria "incrustada".
De
allí pusimos rumbo hacia el edificio Shin Humeda, que habíamos
leído que además de tener una arquitectura singular tenía un
jardín flotante.
Lo
de la arquitectura singular vale, que en lo que
llaman jardín flotante había unas vistas que merecían
la pena también, pero eso de esperarte un jardín ahí arriba, es
mucho esperar... vamos que lo más verde que vimos ahí arriba fue una maceta y yo se lo había
vendido a todo el mundo como un "jardín flotante".
Nos
estaba gustando el rollo urbano de la zona y además casualidades de
la vida nos encontramos una fiesta de la cerveza en los bajos del
edificio que nos pedía a gritos que nos quedáramos.
Pero
nos portamos bien y emprendimos la marcha hacia el castillo de Osaka,
porque iba cayendo la tarde y sabíamos que si nos despistábamos, se
nos echaría la noche encima y nos quedaríamos sin ver el castillo.
Así
que otra vez para el tren a coger el metro que nos dejaría en Osaka
Jokoen, parada en la que hay que apearse para ver el castillo.
Se
nos echó la noche encima sin darnos cuenta y estábamos muy cansados
de la caminata de todo el día, además al día siguiente (para no
variar) iba a ser cansado... así que decidimos coger el tren de
vuelta a Kyoto.
Si
tenéis tiempo, dedicadle más tiempo a Osaka, ya que a nosotros nos
supo a poco.
En
el siguiente post, ruta en bici por Kyoto ¡un imprescindible! ¡no
os lo perdáis!