martes, 19 de noviembre de 2013

Día 2. Tsukiji - Jardines Hamarikyu - Odaiba - Templo Zojoji - Torre de Tokyo - Roppongi

Empezamos el día bien pronto, estrenando la mesa de desayuno del hotel que nos pareció que estaba muy bien para ser una mesa de cortesía.
Podías coger leche, café, te y zumos y por otro lado pan con mantequilla y mermelada o unos minicroisants.
No nos recreamos mucho ya que teníamos otros planes gastronómicos para esa mañana.

Nos dirigimos hacia el metro poniendo como rumbo el mercado de Tsukiji, el mayor mercado de pescado mayorista del mundo y también uno de los mercados más grandes de alimentos en general. 
Antes de ir a Japón leí bastante sobre el mercado y me gustaría explicaros un poco sobre el tema: Se ha hecho muy famoso entre los turistas el hecho de acudir a la subasta de atún.
Para ello hay que ir a las 5:00 a.m. a hacer cola para obtener un pase especial.
Yo no os lo recomiendo (aunque tengo que decir que no he acudido) porque nos encontramos con dos chicas españolas que lo habían intentado y nos explicaron que el aforo de la subasta es limitado (120 personas, 2 tandas de 60) así que se forma una gran cola y a ellas les dio la impresión que había guías que llevaban toda la noche haciendo cola para después proporcionar los pases especiales a turistas que les contrataban.
Así que no parece tarea sencilla conseguir entrar e intentarlo supone pegarte un gran madrugón, ir hasta allí (cuando a esas horas no funciona el metro) y luego puede pasarte que te quedes sin entrar...
También leí que el mercado está destinado a desaparecer y hasta vimos una noticia que ponía una fecha, pero la verdad es que no sé a ciencia cierta que esto sea cierto, así que si tenéis pensado visitarlo os recomiendo que os informéis, por si acaso.
Por mi parte os dejo un plano del mercado y la información que se proporciona a los visitantes en el acceso y que os puede interesar:


Bueno, volviendo a la visita del mercado, para mi es un imprescindible de Tokyo, una visita que todo turista debería hacer y me pareció totalmente impresionante.
Tengo muchísimas fotos del mercado y os he dejado una selección en JanFotoBlog.



Los restaurantes que se encuentran dentro del recinto del mercado están considerados los mejores del mundo para comer sushi de elevada calidad a unos precios asequibles (partiendo de la base de que el sushi es un producto caro)
Así que sabiendo esto no podíamos dejar escapar la oportunidad de entrar en uno de estos pequeños restaurantes en los que se forma bastante cola para entrar.
Los hay muy famosos ¡y con unas colas de horas! y otros que no lo son tanto, pero merecen muchísimo la pena igualmente.
Como queríamos probar un buen sushi, pero tampoco queríamos pasarnos esperando toda la mañana, nos decidimos por un restaurante con una pegatina de TripAdvisor donde recomendaban el local y con una cola no demasiado grande.

La espera mereció la pena. Esta es la carta de sushi donde también vienen indicados los precios. 
Estos restaurantes son muy chiquitines, el restaurante tiene un aforo de 8 comensales, todos alrededor de la barra. No es una excepción, de hecho este tipo de restaurantes es bastante común.





El sushi es de una calidad excelente. Pero el premio a la mejor pieza de sushi que he comido en mi vida se lo lleva la pieza que vais a ver a continuación y que nos recomendó el cocinero y obviamente no pudimos decir que no.
En las fotos podéis ver al cocinero en el momento de la elaboración, ya que esta pieza se cocina ligeramente con soplete. La última foto pertenece al pescado de la pieza de sushi, que entendemos que es un pescado del pacífico que nosotros desconocemos y que si alguien sabe el nombre agradeceré que me lo indiquéis en los comentarios ;-D


Después de tan fabuloso re-desayuno, me saqué una foto con el que en ese momento me pareció el mejor cocinero del mundo y el más majo, aunque sólo nos comunicáramos por señas porque ni papa de inglés!

Se me ha olvidado comentar que la comida se acompaña con sopa de Miso y todo el té verde que quieras tomar. Volvería mil veces a este restaurante y lo recomiendo encarecidamente. Viendo la foto de la entrada no tendría que ser difícil de encontrar. Pero por si sabéis japonés, os dejo la tarjeta de contacto.


Completamente satisfechos nos dirigimos hacia unos jardines cercanos, los jardines Hamarikyu, cuya visita es bastante interesante por el contraste que producen los jardines japoneses con los altísimos y modernos edificios de Tokyo.


 El coste de la entrada es de 300 yenes, casi todos los jardines en Japón son de pago para asegurar su mantenimiento y el coste normalmente va de los 200 a los 300 yenes.
Os dejo un plano de los jardines, donde si queréis podéis coger un waterbus que os dará un paseo por la bahía de Tokyo.

Después de dar un paseo por los jardines, cogimos el tren elevado que lleva a la isla artificial de Odaiba. Odaiba en una isla destinada al ocio y donde podremos encontrar:

  • Rainbow Bridge. Puente que conecta Odaiba con el distrito Shibaura del barrio Minato y que recuerda sospechosamente al puente de Brooklyn.
  • Una réplica de la estatua de la libertad (pero mucho más pequeña)
  • Los estudios de televisión Fuji, que tienen allí un peculiar edificio.
  • Un par de famosos centros comerciales.
  • Una playa artificial.
  • Un par de museos y centros de exposiciones.
  • Un parque de atracciones.
  • Desde el tren vimos ¡un transformer gigante!

 Cuando dimos por finalizada la visita a Odaiba nos encaminamos hacia el templo Zojoji, uno de los principales templos budistas del distrito de Minato en Tokyo. Por el camino comimos algo rápido, porque después del re-desayuno no teníamos demasiado hambre y nos quedaban muchas cosas por ver.



Lo recomiendo totalmente, aunque a lo largo del viaje veremos muchísimos templos, este destaca por los contrastes con la ciudad, donde se ve de fondo la torre de Tokyo. Además podréis ver los muñequitos de piedra vestidos de la foto que según he leído representan a Jizobosatsu. Jizo es el protector de las almas de los niños que nacen muertos. Los muñecos son ofrecidos por las madres que tuvieron un aborto o perdieron a su hijo al poco tiempo de nacer.

Y como el día iba de contrastes, nos encaminamos hacia la torre de Tokyo. Esa torre parecida a la torre Eiffel pero en roja que tienen los habitantes de Tokyo. La entrada al mirador superior asciende a 1420 yenes.
Estas son las "mascotas" de la torre:
 Vistas desde lo alto de la torre:


En lo alto de la torre hay una cafetería donde se puede tomar un refrigerio. Nosotros nos arriesgamos a pedir unas cervezas Kirin para refrescarnos con unas buenas vistas, digo "nos arriesgamos" porque nos temíamos que la cuenta fuera desproporcionada, pero no nos lo pareció.

La siguiente etapa nos iba a llevar al Palacio Imperial, que lo habíamos planificado para el primer día, pero que no nos había dado tiempo y... nuestro gozo en un pozo ¡Estaba cerrado!
Briconsejo: Ojo con los horarios, las distancias en Tokyo son enormes y al llegar a un sitio y ver que está cerrado se te queda autentica cara de poker.

De todas formas aprovechamos para dar una vuelta por las inmediaciones, donde vimos este curioso edificio:

 Y la estación de tren de Tokyo, la que dicen que podría ser una réplica de la Estación Central de Amsterdam:


En este punto del día el cansancio ya estaba haciendo mella, pero decidimos ponernos en camino hacia nuestro último destino, las Roppongi Hills. Roppongi Hills según la wikipedia es un desarrollo urbano en el Distrito de Roppongi construido por el magnate de la construcción Minoru Mori. 
El complejo incluye espacio de oficinas, departamentos residenciales, cafés, restaurantes, salas de cine, un museo, un hotel, un estudio de televisión, un anfiteatro al aire libre y varios parques. En el centro, se encuentra la Torre Mori, de 54 pisos y 238 m.
Delante de la torre se puede ver la escultura de Louis Bourgeois llamada Maman, que obviamente os sonará porque es la misma escultura que se encuentra en los exteriores del Museo Guggenheim Bilbao.Existen al menos 10 Maman más repartidas por el mundo: Londres, Kansas City, Ottawa, San Petersburgo, Seúl, Des Moines, París, Boston, Washington o Buenos Aires.

En lo alto de la Torre Mori hay un mirador al que se puede subir, uno interior y otro exterior. Una vez arriba y después de pagar la entrada (que no fue nada barata) nos dijeron que había terminado el horario de acceso al mirador exterior, lo cual nos puso de bastante mala gaita porque abajo no nos avisaron de nada y obviamente de haberlo sabido, nos habríamos pasado otro día. Aún así, pudimos ver las vistas desde el mirador cerrado, del que os dejo la siguiente instantánea:

Después de un día completísimo nos habíamos ganado la cena así que nos pusimos a buscar dentro de este complejo, donde habíamos leído que había muchos restaurantes, un sitio para cenar.
Todos los que vimos en la Torre Mori eran bastante caros, así que decidimos salir y meternos en el edificio que conduce al metro donde hay muchos restaurantes más.
No recuerdo el nombre del restaurante, la cena estuvo bien, pero tampoco era para recomendar. Ya podeís perdonar pero hay platos que no tengo ni idea de como se llaman, pero que intentaré describiros. Os resultará útil porque en Japón la mayoría de las cartas son con imágenes o tienen mostradores donde representan los platos en plástico, ya os enseñaré alguna foto que tengo por ahí.
Tofu:
Arroz con carne y huevo, que a mi personalmente me sabía a una especie de cocido de garbanzos, muy rico, pero quizás algo pesado para la noche.
Brochetas de pollo:

¡Y con esto finalizamos el día!
Espero que os haya gustado y esperéis ansiosos la siguiente etapa, hasta la próxima!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia de Creative Commons
Que empiece el viaje ya by Janire López Irazu is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en quempiecelviajeya.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://quempiecelviajeya.blogspot.com/.