martes, 7 de mayo de 2013

Bienvenuti a Venezia

Aprovechando el vuelo directo Bilbao-Venecia al que está dando servicio la compañía de bajo coste Volotea, me decidí junto a un grupo de buenas amigas a hacer una escapada a la que es por excelencia la ciudad del amor ¡aunque para nosotras se quedó en la ciudad de la amistad!



Llegamos al aeropuerto de Marco Polo en Venecia sobre las 12 de la mañana, donde compramos unos tickets para el autobús de la compañía "ACTV" que comunica el aeropuerto con la Piazzale Roma y que nos costaron 5.60€/persona
Después de unos 25 minutos, llegamos a la Piazzale Roma, desde la cual se puede ver la parada de Vaporetto que lleva el mismo nombre, alado del Ponte della Costituzione.
Ya íbamos avisadas de que el transporte en Venecia era bastante caro y más que caro, nos pareció desorbitado... Cada viaje en Vaporetto cuesta 10€/persona.
También nos habían avisado de que es una práctica bastante dada en la zona, lo que en España comúnmente llamamos "SinPa" y como nos gusta integrarnos en el ambiente al que vamos, decidimos ponerlo en marcha desde el minuto 1.
Nos montamos en el Vaporetto Linea 1 con todos nuestros bártulos y nos dirigimos a la parada "Mercado Rialto" ya que allí habíamos quedado con una representante de la empresa "Venice Rent Apartments" donde habíamos gestionado el alquiler del siguiente apartamento. Éramos 6 personas y el apartamento se nos quedó en 120€/persona por las 4 noches que íbamos a pasar allí alojadas. El precio baratísimo comparando con lo que nos costaba alojarnos en un hotel y con la ventaja de tener cocina y estar ubicado a 100 metros del Puente de Rialto.
El apartamento estaba bastante bien y se parecía bastante a lo que dicen las fotos. Por ponerle algún pero: las empinadísimas escaleras por las que subir la maleta son toda una odisea, el ruido del frigorífico o la caldera por la noche (solo en el salón) y que echamos en falta algún espejo más (6 mujeres en un piso... es lo que tiene)

Entre acomodarnos en el apartamento e ir al supermercado a hacer unas compras, se nos pasó el tiempo y acabamos cogiendo unas porciones de pizza para llevar en una pizzeria cercana llamada "Antico Forno" en la Ruga Rialto 970/973 la cual por 2.5€/porción nos alegró el estómago.
Después nos encaminamos al Puente Rialto y a dar un paseo por el barrio de San Polo. 
El día era lluvioso y gris, gustándonos la zona menos de lo esperado, debido a la estrechez de las calles y el incordio de los malabares con el paraguas. Pronto nos daríamos cuenta lo diferente que se ve Venecia con lluvia o con sol.

El día estaba triste y lo que mejor que pudimos hacer fue meternos en un bar al tomarnos unas botellitas de Prosecco, algo que no se puede pasar por alto en Venecia.
El bar en cuestión se llamaba "Ciak" y nos cobraron 25€/botella. Hicimos un poco el primo, teniendo en cuenta el coste de nuestras futuras rondas, pero pasamos un buen rato, nos pusimos al día de nuestras vidas, acompañado todo ello de un picoteo compuesto de patatas, doritos y mini-sandwitches.


Cuando se echó la noche decidimos poner rumbo al apartamento para cenar algo e irnos prontito a la cama, ya que el próximo día sería un día duro.

Permaneced atentos que esto es solo la presentación ¡para poneros los dientes largos! ;-D




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